El unipartidismo es un sistema de partidos políticos en el que existe un único partido político legal que pueda presentarse a los procesos electorales, o bien a aquel en el que, aún existiendo legalmente varios partidos políticos, las normas jurídicas establecen, o "de facto" se produce, el acaparamiento de la mayoría del poder político por un único partido. Si bien los sistemas unipartidistas se reivindican democráticos, varios cientistas políticos les niegan tal condición al no existir en ellos poliarquía.
La base en la que se legitiman los sistemas unipartidistas son en la celebración de elecciones libres, ya sea para elegir presidente, parlamento o cualquier otro órgano legislativo. No debe confundirse pues con una dictadura, pues en ésta, los líderes no son elegidos mediante elecciones democráticas. Además, en la teoría, un sistema unipartidista no recorta los derechos de los ciudadanos. Sin embargo, en ocasiones, una dictadura puede adoptar un sistema pseudo unipartidista, pero falsificando los procesos electorales para hacer creer una legitimación del sistema.
El unipartidismo ha sido el sistema de muchos países independizados tras ser una colonia administrativa, ya sea por la supremacía de un partido o por que sólo hubiera uno legal. Los sistemas unipartidistas son, y han sido, en el mundo bastante heterogéneos, pudiendo encontrar fundamentalmente partidos únicos comunistas, fascistas y nacionalistas.
marcelina
jueves, 23 de junio de 2011
caudillsimo revolucionario
El caudillismo es un fenómeno social y político surgido durante el siglo XIX en Latinoamérica. Consiste en la llegada en cada país de líderes carismáticos cuya forma de acceder al poder y llegar al gobierno estaba basada en mecanismos informales y difusos de reconocimiento del liderazgo por parte de las multitudes, que depositaban en "el caudillo" la expresión de los intereses del conjunto y la capacidad para resolver los problemas comunes. El caudillismo fue clave para la dictadura y luchas entre partidos políticos del siglo XIX. El poder de los caudillos se basaba en el apoyo de fracciones importantes de las masas populares. Este apoyo popular se tornaba en su contra cuando las esperanzas puestas en el poder entregado al caudillo se veían frustradas, y se decidía seguir a otro caudillo que lograra convencer de su capacidad de mejorar el país o la provincia.
Este fenómeno se dio en América Latina durante prolongados períodos de su historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas neocoloniales.
Este fenómeno se dio en América Latina durante prolongados períodos de su historia republicana; en algunos casos desembocó en fuertes dictaduras, represiones a la oposición y estancamiento económico y político, pero en otros canalizó las primeras modalidades democráticas y federales en las repúblicas latinoamericanas, así como proyectos de desarrollo autónomo, frente a las expresiones políticas neocoloniales.
DE MOVIMIENTO ARMADO A LA RECONSTURCCION
La constitución es la ley fundamental de un Estado en la cual se establecen los derechos y obligaciones de los ciudadanos y gobernantes. Es la norma jurídica suprema y ninguna ley o precepto puede estar sobre ella. La Constitución, o Carta Magna, es la expresión de la soberanía del pueblo y es obra de la Asamblea o Congreso Constituyente.
México ha tenido diversas constituciones a lo largo de su historia. Algunas han sido centralistas, es decir, que establecen el poder en un solo órgano que controla todas las decisiones políticas del país y otras federalistas, como la actual, que reconocen la soberanía de los estados pero cuentan con mecanismos de coordinación para asuntos de la República como un todo.
PLAN DE AYALA
El Plan de Ayala fue una proclama política, promulgada por el jefe revolucionario mexicano Emiliano Zapata, dentro de la Revolución mexicana el 28 de noviembre de 1911, en el que desconoció el gobierno del presidente Francisco I. Madero, a quien acusó de traicionar las causas campesinas. Aunque en el Plan de San Luis Potosí sólo se consideró la revisión de los juicios sobre la tenencia de la tierra durante el porfiriato.
En dicho plan, los zapatistas llamaban a las armas para restituir la propiedad de las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deberían ser devueltas a sus dueños originarios. Por ello el Plan sostiene que los campesinos deben presentar sus títulos de propiedad, los cuales en su mayoría eran de tipo comunal y se originaban en el virreinato, estos títulos habían sido declarados sin valor bajo las condiciones de la Ley Lerdo, que formaba parte de las Leyes de Reforma, por lo que había sido fácil legalmente hablando el despojo de tierras que los comuneros no trabajaban.
El revolucionario del norte, Pascual Orozco, también se adhirió al plan de Ayala en febrero de 1912, Madero encargó a Victoriano Huerta enfrentar a las tropas de Orozco, quien fue derrotado, aunque en realidad, Orozco nunca tomó en cuenta el plan zapatista en su programa político, ya que sus objetivos eran contrarios a los de Zapata.
Cuando Victoriano Huerta asumió el poder ejecutivo gracias a un golpe de estado y asesinando a Madero en 1913, Orozco se unió al usurpador y Zapata, indignado por la conducta de Orozco, hizo reformas al plan de Ayala, en las cuales ahora desconocía a Huerta como presidente y declaraba a Orozco traidor a la Revolución (de hecho, Zapata fusiló al padre de Orozco, al mismo tiempo que rechazó la propuesta que le hacía Orozco cuando trataron de convencer al caudillo del sur de que se uniera a Huerta), tomando el mando de las tropas adheridas a dicho plan Emiliano Zapata, quien declaró que no descansaría hasta que ambos traidores fueran derrotados y que los ideales del plan de Ayala se hicieran realidad.
En dicho plan, los zapatistas llamaban a las armas para restituir la propiedad de las tierras a los campesinos, pues se sostenía que las tierras habían sido arrebatadas al pueblo por caciques, hacendados y terratenientes, y deberían ser devueltas a sus dueños originarios. Por ello el Plan sostiene que los campesinos deben presentar sus títulos de propiedad, los cuales en su mayoría eran de tipo comunal y se originaban en el virreinato, estos títulos habían sido declarados sin valor bajo las condiciones de la Ley Lerdo, que formaba parte de las Leyes de Reforma, por lo que había sido fácil legalmente hablando el despojo de tierras que los comuneros no trabajaban.
El revolucionario del norte, Pascual Orozco, también se adhirió al plan de Ayala en febrero de 1912, Madero encargó a Victoriano Huerta enfrentar a las tropas de Orozco, quien fue derrotado, aunque en realidad, Orozco nunca tomó en cuenta el plan zapatista en su programa político, ya que sus objetivos eran contrarios a los de Zapata.
Cuando Victoriano Huerta asumió el poder ejecutivo gracias a un golpe de estado y asesinando a Madero en 1913, Orozco se unió al usurpador y Zapata, indignado por la conducta de Orozco, hizo reformas al plan de Ayala, en las cuales ahora desconocía a Huerta como presidente y declaraba a Orozco traidor a la Revolución (de hecho, Zapata fusiló al padre de Orozco, al mismo tiempo que rechazó la propuesta que le hacía Orozco cuando trataron de convencer al caudillo del sur de que se uniera a Huerta), tomando el mando de las tropas adheridas a dicho plan Emiliano Zapata, quien declaró que no descansaría hasta que ambos traidores fueran derrotados y que los ideales del plan de Ayala se hicieran realidad.
PLAN DE SAN LUIS
Las elecciones se realizaron el 26 de junio de ese año, resultando electos Díaz y Corral.[43] Durante el mes de septiembre se llevaron a cabo numerosas celebraciones con motivo del centenario de la independencia. Para tal ocasión asistieron embajadores y ministros plenipotenciarios de diversos países que mantenían relaciones internacionales con el país: de España acudió el representante personal de Alfonso XIII el marqués Camilo de Polavieja, quien llevó el uniforme de José María Morelos y Pavón para entregárselo al gobierno mexicano; por los Estados Unidos asistió el embajador especial Curtiss Guild; concurrieron además Carl Buenz embajador especial de Alemania; Chan Tin Fang, embajador de China; el mayor general Enrique Loynaz de Cuba; y Paul Lafebre de Francia entre otros.[45]
El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo —entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-reyista) y Roque Estrada—[46] un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí.[43] El plan convocaba a la lucha armada;[44] declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros.[47] Asimismo, señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.[48
El 6 de octubre Madero escapó de San Luis Potosí con destino a San Antonio, Texas, donde se reunió con sus familiares y partidarios. Allí redactó junto con un pequeño grupo —entre los que destacaban Juan Sánchez Azcona (ex-reyista) y Roque Estrada—[46] un documento conocido como Plan de San Luis, aunque en realidad el texto apareció fechado el 5 de octubre en San Luis Potosí.[43] El plan convocaba a la lucha armada;[44] declaraba nulas las elecciones para presidente, vicepresidente, magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y diputados y senadores; se reconocía como presidente provisional y «Jefe de la Revolución» a Madero; y se insistía en reivindicaciones de carácter social para indígenas y obreros.[47] Asimismo, señaló el 20 de noviembre como la fecha en que todos los mexicanos debían levantarse en armas contra el gobierno. Junto con este documento, Madero escribió un manifiesto dirigido al Ejército Federal, en el que se le exhortaba a unirse al movimiento revolucionario.[48
LA INSURRECION MADERISTA
a Revolución Mexicana fue un conflicto armado, iniciado el 20 de noviembre de 1910 con un levantamiento encabezado por Francisco I. Madero contra el presidente autócrata Porfirio Díaz. Se caracterizó por varios movimientos socialistas, liberales, anarquistas, populistas y agrarios. Aunque en principio era una lucha contra el orden establecido, con el tiempo se transformó en una guerra civil; suele ser considerada como el acontecimiento político y social más importante del siglo XX en México. Los antecedentes del conflicto se remontan a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876 el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 34 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato.
Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. En ese contexto, Francisco I. Madero realizó diversas giras en el país con miras a formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.
Cuando Díaz aseguró en una entrevista que se retiraría al finalizar su mandato sin buscar la reelección, la situación política comenzó a agitarse. La oposición al gobierno cobró relevancia ante la postura manifestada por Díaz. En ese contexto, Francisco I. Madero realizó diversas giras en el país con miras a formar un partido político que eligiera a sus candidatos en una asamblea nacional y compitiera en las elecciones. Díaz lanzó una nueva candidatura a la presidencia y Madero fue arrestado en San Luis Potosí por sedición. Durante su estancia en la cárcel se llevaron a cabo las elecciones que dieron el triunfo a Díaz.
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